Hay tantas opciones como puestos callejeros, fondas, mercados, cantinas y restaurantes, de ahí que sea un sacrilegio reducir semejante riqueza a unas cuantas tortillas, frijoles y salsas. Explorar la gastronomía mexicana es repasar su historia y geografía. Auténticos sabores suman centurias de tradición que se extienden de norte a sur y de este a oeste con una variedad que solo la nación de origen captura.
Sopes, quesadillas, pozole, chiles rellenos y tamales son algunos de los antojitos que pueden degustar los turistas promedio… únicamente los comensales más curiosos tienen acceso a la perspectiva local. Preguntándole a ellos, los vecinos y especialistas en su propio menú, descubrimos por qué los mexicanos adoran vivir y comer en su país. Propios y chilangos aseguran que en poco tiempo y distancia, se puede probar lo mejor de cada provincia sin abandonar el Distrito Federal (D. F.).